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LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y EL CONCEPTO DE REPRESENTACIÓN.

Foto del escritor: Sandra Niño de GuzmanSandra Niño de Guzman

El teórico Richard Katz aseguró que la democracia moderna es necesariamente representativa por tanto los partidos políticos no se desentenderían de esta función. Mediante experiencias históricas, la teórica Hannah Pitkin señaló que el concepto de la representación no siempre estuvo ligado a la democracia o al gobierno. La representación entendida como el derecho tradicional y del hombre, además de su reclamo inspirado en la revolución francesa y americana no surgió de la noche a la mañana. De hecho, su análisis se remonta a los tiempos de las civilizaciones clásicas. Pese a la inexistencia de la palabra como tal, los griegos elegían a embajadores y funcionarios públicos, mientras que los romanos aludían el concepto a la presencia de un valor abstracto en un objeto, mas no en instituciones, colectivos o individuos. Como señaló Pitkin, es importante hacer hincapié a la no necesaria correlación originaria entre el concepto de representación y la democracia. Su estudio se remonta a los Concilios de la Iglesia, Consejo del Rey o Parlamento británico, cuya visión sobre esta última institución antes de denotar la oportunidad para vigilar el poder real, solo manifestaba la falta de voluntad y disposición.


No obstante, en tiempos modernos, los autores ofrecieron múltiples conceptos. Por ejemplo, significaría la presencia en algún sentido de algo no presente literalmente, es decir, el fenómeno de que la cosa ausente se haga presente (Pitkin, 1985), la responsabilización del representante para rendir cuenta por sus acciones o la autorización para realizar uno o más actos, introducido por Hobbes. Por este motivo, considero necesario hacer una revisión breve sobre las concepciones de la democracia representativa en el funcionamiento de los sistemas políticos.


A partir de más estudios, se han definido de diversas formas como un instrumento de legitimación de los gobernantes y de institucionalización de la distancia entre gobernantes y gobernados (Quiroga, 2016). Por su parte, Katz continúa preguntándose qué criterios deberían evaluarse para realizar un análisis de la representación que toma un partido en sus diferentes espacios. De esta forma, teoriza cinco modos de representación. Clasifica las dos primeras en el ámbito de Representando a los representados las cuales son, por un lado, el espejo de característica demográficas y por otro, la distribución de opiniones mas no de características físicas. Los tres últimos modos se centran en el ámbito de Actuando por los representados, donde el tercero y cuarto se refieren a la actuación de un representante como delegado y fideicomisario, respectivamente. La diferencia radica, según Katz, en el modo de actuación que el representante asume respecto al constituyente en la toma de decisiones, es decir, si tomará en cuenta expresamente las peticiones de la ciudadanía o en cambio, actuará a partir de su propio juicio. El autor concibe la definición fideicomisaria o delegativa a partir del concepto de democracia. Por un lado, acepta la primera definición bajo el entendimiento de la democracia como el espacio de deliberación donde la comunidad política “contrata” a ciertas personas para que hablen por ellos, tal como se lo preguntaba Burke en 1774, mientras que la segunda definición la entiende como el agregado de intereses y opiniones. El quinto modo de representación asemeja al representante con un defensor/a del pueblo.


Acerca de la representación deliberativa, Katz afirma su relación estrecha con las características demográficas, mejor comprendidas como la inclusión de la minoría, valoración acerca de las experiencias en la deliberación y la posesión del sentido de autoridad propia de los grupos minoritarios. La política de la presencia o más conocida como “representación descriptiva” se manifiesta mediante las medidas afirmativas compensatorias y redistributivas para lograr una gradual inclusión en múltiples instituciones representativas (Freidenberg, Lajas García, 2015).


En conclusión, el concepto de representación, recogido por Pitkin, brinda una perspectiva histórica y teórica necesarias para entender los modos descritos por Katz. Estos son clasificados en función al rol ejercido por los partidos políticos al desglosar el concepto como la política de la presencia, política de las ideas, el cargo de delegado, fideicomisario, y del defensor/a del pueblo.

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